Vinos Sudafricanos
Sudáfrica está situada en el extremo antártico del continente africano. País de veranos cálidos y luminosos, y de inviernos suaves pero húmedos, constituyen condiciones favorables para la viticultura. Los océanos influyen notoriamente, a menudo hasta 100 km tierra adentro. Con las formaciones de bancos de nubes que provocan el descenso de las temperaturas máximas y determinan noches relativamente frescas y con ellas, períodos de maduración bastante prolongados.
El vino ha sido una parte importante de la historia y la cultura de este país durante más de tres siglos. Sudáfrica es, por tanto, uno de los más antiguos productores de lo que se ha dado en llamar el Nuevo Mundo vitivinícola.
La larga tradición sudafricana en la elaboración de vinos, prácticamente desde poco después de la instalación de los primeros holandeses en 1692, ha recorrido un largo camino desde las primeras cepas plantadas en la región de Constantia.
Las variedades de uvas más conocidas son la Chenin Blanc, la Sauvignon Blanc, la Chardonnay, la Shiraz, la Cabernet Sauvignon, la Merlot, y sobre todo, la más conocida de Sudáfrica, su Pinotage, introducida en el año 1925 del cruce de uvas Pinot Noir con la Cinsault.